El triste adiós al Niño más querido de San Javier

Este escrito pretendía ser un homenaje en vida a Antonio Cortés, Niño lindo, pero el mismo día que fue entrevistado falleció. Vivió más de 70 años, pero decía tener 17.

Anduve varios días buscándolo, para saber sobre su vida. Pero no le hallaba. Recorrí las calles aledañas a la parroquia Nuestra Señora del Carmen, en el corazón de San Javier, las inmediaciones de la estación del metro, los alrededores del antiguo Comfama y no le veía. Mi compromiso era contar su historia, cuál era su nombre, dónde estaba su casa, quién era su familia y rendirle un tributo y que él lo viera. Que se riera cuando alguien le dijera, ve, Niño lindo, ya sos famoso, saliste en el periódico.

El martes 19 de septiembre por fin lo encontré. Eran las 9 de la mañana. Lo vi cuando le daba vuelticas a un grupo de personas que estaba frente al Gana, contiguo a las Delicias San Javier, el puesto de empanadas, pasteles y tortas de choclo que instalan frente a la parroquia.

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Tenía sus manos dentro de un buzo color blanco de pepitas de colores, vestía sudadera azul, zapatos tenis color blanco y protegía su cabeza con una gorra de un mandarina deshecho a la que le sobresalía una imagen del papa Francisco, que 10 días antes había visitado la ciudad. Sobre su espalda cargaba una maleta.

Niño Lindo, ya desayunó, le pregunté. Sí papá, me dijo. Y se acercó. Estaba nervioso. Sus manos seguían ocultas en los bolsillos de su buzo, pero él se mostraba inquieto.

Charlamos durante unos 10 minutos. En ese tiempo me contestó con oraciones cortas, como las que construye un niño, las preguntas que le hice sobre su vida.

Algunas respuestas fueron corroboradas por personas como Leonel Vargas, líder comunitario del barrio Juan XXIII que fue su vecino en la década del setenta y quien dijo que cuando él era un infante (hoy tiene 64 años), Niño lindo ya era viejo. No habían construido Blas de Lezo, recordó.

Habitantes de San Javier le jugaban diferentes bromas a Niño Lindo.

Cómo es su nombre. Antonio Cortés papá. Cómo se llamaba su papá. También se llamaba Cortés. Cómo era el nombre. No me recuerdo papá. Y la mamá. Se llamaba Lolita. Hace tiempo se murió en el barrio Pa… ese barrio… En la Navidad de diciembre.

Una señora que pasaba por nuestro lado le preguntó si era tío de un hombre llamado Argemiro y él respondió: no papá, yo me llamo Antonio Cortés.

Usted qué hacía en Salgar (donde nació). A los cuántos años llegó a Medellín. Nooo, es que yo nací allá. Me trajeron muy chiquito, muy chiquito papá. Cuántos años tiene. 17 papá.

Y tiene cédula. La tengo por allá en la casa papá.

Dijo que vivía con una hermana en La quiebra, uno de los 36 barrios de San Javier. Jaime Londoño, otra fuente consultada, recordó que Niño lindo vivía a escasos 200 metros de la estación Juan XXIII del metrocable y que este tenía unas siete hermanas, a las que llamaban las Candas.

De ese lugar, contó el mismo Niño lindo, salía todos los días hacia San Javier a las 7 de la mañana donde se ganaba la vida, dijo, recogiendo vidrio.

Eso es lo que da las monedas papá, contestó. Cómo le va con eso. Bieeen, respondió, mientras me mostraba los cinco dedos de una de sus pequeñas manos.

Otro vecino pasó y gritó, grábelo, grábelo, a lo que Niño lindo respondió con una sonrisa nerviosa. En ese momento se sacó la gorra y se dejó ver el pelo entrecano que desmintió los 17 años que dijo tener.

En su mejilla izquierda, la cicatriz de una quemadura se mimetizaba entre pelos albos de su incipiente barba y una que otra arruga.

Cómo se va, le pregunté.

Por allá pa Calasanz, ahora, me dijo. Comenzó a mover sus manos y cuando le pregunté que era sacó un confite, me lo ofreció y me dijo: ya papá, ya lo que fue entonces. Tiene un radio que me regale, me preguntó. Y se fue, quizá a buscar a la pelada (pareja) que aseguró tener por los lados del Salazar.

Cinco horas más tarde, Niño lindo, el famoso personaje que divirtió a la comuna 13 durante décadas ‘surrunguiando’ una guitarra, a veces rota, tirándoles piedras o correteando a los niños que le jugaban bromas, murió.

Pero su recuerdo no sólo queda en la memoria de sus seres queridos y de las decenas de personas que fueron el miércoles 20 de septiembre a la misa de su último adiós, queda en este pequeño homenaje que se le quiso hacer en vida.

Escuche acá la entrevista a Niño lindo

Este artículo fue publicado originalmente en el periódico comunitario Signos desde La 13 en su edición número 63 de septiembre y octubre de 2017.

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